sábado, 23 de febrero de 2013

silver linings playbook (el lado luminoso de la vida)




David O. Russell (The FighterThree Kings) se pasea entre la comedia romántica y el drama en su más reciente película, Silver Linings Playbook. En ella, Patrizio Solitano Jr. (Bradley Cooper) es retirado por su madre de la clínica de salud mental en la que recibe tratamiento para su trastorno bipolar. Pat, internado luego de encontrar a su esposa Nikki con otro hombre y golpearlo hasta dejarlo casi muerto, aún está lejos de la curación: se niega a aceptar que su esposa se ha marchado (aun con una orden de restricción de por medio) y se obsesiona con recuperar su matrimonio. Las sesiones de terapia no dan fruto y su casa no parece ser el lugar idóneo para su recuperación: su padre Pat Solitano Sr. (Robert De Niro) ha perdido el trabajo y organiza apuestas deportivas para financiar la apertura de un restaurante, aparentemente confiado en que su hijo funciona como amuleto de la suerte en el deporte. En medio de su regreso a la vida cotidiana, Pat Jr. conoce a Tiffany Maxwell (Jennifer Lawrence), una reciente viuda, en una cena con amigos y descubre que en ella puede estar la clave para reencontrarse con su esposa. Pat y Tiffany congenian y ella accede a entregarle a Nikki una carta, si primero Pat la ayuda a preparase para un concurso de baile.

Si hay un problema fundamental con Silver Linings Playbook es que no parece decidirse con respecto a qué película quiere ser, limitando en gran medida su potencial. Comedia y drama son géneros que se combinaron con éxito anteriormente; de hecho, la comedia romántica exige necesariamente para su funcionamiento ciertas dosis de drama, pero Russell no resuelve del todo a cuál de los géneros darle primacía, y el resultado es un film dividido en "mitades": la primera dominada por el drama de las neurosis de los protagonistas, que deja lugar luego y sin mayor resolución a la comedia dramática con el clímax en el concurso de baile.

La cámara de Russell acompaña esta división de la película y se solidariza con la incertidumbre e inestabilidad de Pat al principio. Con un montaje frenético y confuso y la cámara en mano, nos metemos en la atormentada realidad del personaje durante la primer mitad de película. La sensación de estar viendo un videoclip musical es inevitable, y se incrementa en las numerosas escenas acompañadas por canciones de la banda sonora. Conforme la salud de Pat evoluciona, la cámara transforma su registro en uno más acorde a los estándares de la comedia romántica. El recurso formal está sostenido narrativamente en los diálogos de Pat y Tiffany: con la excusa de la "ausencia de filtro" del personaje que interpreta Cooper, todo se verbaliza, dejando poco lugar para la sugerencia, la sutileza o la posibilidad de interpretación por parte del espectador. Como si de una pareja de la nouvelle vague se tratara, Cooper y Lawrence explicitan todo lo que les pasa por la cabeza, estrategia que podría haber salido muy mal de no ser por las sólidas interpretaciones de los protagonistas. Y ahí encontramos el punto más elevado del film: sus intérpretes. Cooper se atreve a dar un paso al costado de su zona de confort e interpreta a un más que convincente Pat Solitano Jr. De Niro nos recuerda de qué madera está hecho luego de su más reciente seguidilla de films intrascendentes, y Lawrence brilla con luz propia.

Con la llegada de la segunda mitad, el film cae en el lugar común y pierde gran parte de su interés. En lugar de resolver con mayor esfuerzo el dilema de ambos protagonistas, la película se posiciona en el terreno conocido y seguro de las "almas incomprendidas que se encuentran entre sí", visionado hasta el cansancio en este tipo de films. Incluso construye la narrativa hacia un clímax que depende de dos de los clisés más repetidos del género: el concurso de baile y el partido de fútbol americano. Un film casi exactamente igual podría haber sido construido por Russell de la misma forma pero girando en torno el partido, con Cooper seguramente interpretando al mariscal de campo, ya que la resolución del drama pasa principalmente por el evento externo.

De ninguna manera lo anterior implica que Silver Linings Playbook es una mala película. Es de hecho una comedia romántica que eleva el nivel del género con grandes diálogos y actuaciones más que sólidas. Sólo que no se atrevió a ir un poco más allá. Será un buen entretenimiento para un par de horas un sábado de noche, pero no más.

3.0/5.0

2 comentarios:

  1. Necesito el nombre del tema musical que le recuerda al protagonista el engaño de su esposa. Porfi, sé que lo conozco pero no puedo recordar su nombre. Desde ya muchas gracias y éxitos en el blog.

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    1. es "my cherie amour" de stevie wonder. gracias por comentar!

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