martes, 29 de marzo de 2011

give up the ghost


Mi canción favorita de "The King of Limbs" (pueden ver la reseña en el archivo). Siempre que escucho radiohead me pregunto cómo será la transición del sonido del disco al formato en vivo, a veces hasta me preocupo de que les falte la "riqueza" que les proporciona el estudio, pero con esto (para variar) me tapan la boca.
El micrófono de la derecha está abierto grabando y reproduciendo a la vez en un loop constante lo que Thom Yorke canta, mientras que el de la izquierda se usa normalmente. Este sencillo setup más una guitarra acústica le permite a Yorke hacerse sus propios coros y de a poco sumar las layers que necesita el crescendo de la canción, sin ningún tipo de truco de producción en estudio o artilugios similares. El golpecito en el micrófono es brillante, más que un metrónomo es una secuencia de percusión 100% intencional pero de una simpleza impensable.
Ver como una banda tan reconocida por sus altos niveles de producción puede llevar su música a un grado tan grande de minimalismo sin perder un ápice de su belleza es fascinante...esta canción es fascinante, sencilla, embrujante...perfecta. Espero les guste (y escuchen la versión de estudio CON audifonos)

Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza

viernes, 25 de marzo de 2011

ahora un poco de lectura...

ya que parece que voy a tener algo de tiempo libre para leer (o "tiempo libro"), en el espíritu del top 50 de películas, acá van mis diez libros (ficción) preferidos, estos si están en orden...


1. La invención de Morel - Adolfo Bioy Casares
2. 1984 - George Orwell
3. Por quién doblan las campanas - Ernest Hemmingway
4. El Señor de los Anillos - J.R.R. Tolkien
5. Canción de Navidad - Charles Dickens
6. Matadero Cinco - Kurt Vonnegut
7. La conjura de los necios - John Kennedy Toole
8. La Torre Oscura - Stephen King
9. La Carretera - Cormac McCarthy
10. Farenheit 451 - Ray Bradbury


Anímense a leer, son unos libros maravillosos
Gonza

jueves, 24 de marzo de 2011

mis 50 películas favoritas

 A todo el mundo en algún momento se le ha preguntado “¿cuál es tu película favorita?”. Cuando uno rompe tanto con el cine, en general se la hacen más a menudo. Elegir UNA película como favorita es una tarea (para mí) imposible. En general contesto dos o tres títulos con dolor en el alma por todo lo que dejo fuera de esa respuesta. Así que hoy elaboré por primera vez, una lista con mis 50 películas preferidas. La lista es cambiante, y si la hiciera de vuelta la semana que viene seguramente algunos títulos desaparecerían y entrarían otros que hoy no están, por eso es que los números no revelan un orden de preferencia, son más bien para ordenarme al escribir (aunque los diez primeros probablemente permanezcan en cualquier lista que haga).
Por último recuerdo que esta es una lista de MIS 50 películas preferidas, NO es una especie de “las 50 mejores películas de la historia” ni nada de eso, es mi lista, enteramente subjetiva. Reclamos, protestas, insultos, desacuerdos, pueden agendar una cita enviando un mail a nomeinteresaloquetenesparadecirmejornotegastes@gmail.com
u opinar en el espacio de comentarios de este mismo blog…

ahora si, a lo nuestro

1. Jaws (Tiburón) – 1975
2. Psycho (Psicosis) – 1960
3. The Shawshank Redemption (Sueños de Libertad) – 1994
4. Big Fish (El Gran Pez) – 2003
5. Memento – 2000
6. The Godfather, pt. II (El Padrino, segunda parte) – 1974
7. Il Buono, Il Brutto, Il Cattivo (El Bueno, El Malo y el Feo) – 1966
8. Inception (El Origen) – 2010
9. The Usual Suspects (Los Sospechosos de Siempre) – 1995
10. City Lights (Luces de Ciudad) – 1931
11. The Dark Knight (El Caballero de la Noche) – 2008
12. Metropolis – 1927
13. Sunrise: A Song of Two Humans (Amanecer) – 1927
14. The Empire Strikes Back (El Imperio Contraataca) – 1980
15. The Wizard of Oz (El Mago de Oz) – 1939
16. Plan 9 From Outer Space (Plan 9 del Espacio Sideral) – 1959
17. Casablanca – 1942
18. Night On Earth (Una Noche en la Tierra) – 1991
19. Gladiator – 2000
20. Zodiac – 2007
21. Back to the Future (Volver al Futuro) – 1985
22. Superman – 1978
23. Rocky – 1976
24. Vertigo – 1958
25. Unforgiven (Los Imperdonables) – 1992
26. The Naked Gun (La Pistola Desnuda) – 1988
27. Aladdin – 1992
28. Dead Man – 1995
29. Ed Wood – 1994
30. Reservoir Dogs (Perros de la Calle) – 1992
31. The Big Lebowski (El Gran Lebowski) – 1998
32. In The Name of the Father (En el Nombre del Padre) – 1993
33. The Blair Witch Project – 1999
34. Serendipity (Señales de Amor) – 2001
35. Goldeneye – 1995
36. Dirty Harry (Harry el Sucio) – 1971
37. Children of Men (Niños del Hombre) – 2006
38. Young Frankenstein (El Jovencito Frankenstein) – 1974
39. First Blood (Rambo) – 1982
40. Juno (La Joven Vida de Juno) – 2007
41. Eternal Sunshine of the Spotless Mind (Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos) – 2004
42. Almost Famous (Casi Famosos) – 2000
43. Little Miss Sunshine (Pequeña Miss Sunshine) – 2006
44. (500) Days of Summer (500 Días con Ella) – 2009
45. Raiders of the Lost Ark (Los Cazadores del Arca Perdida) – 1981
46. Braveheart (Corazón Valiente) – 1995
47. Blade Runner – 1982
48. Rear Window (La Ventana Indiscreta) – 1954
49. The Prestige (El Gran Truco) – 2006
50. Dr. Strangelove: Or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (Dr. Insólito) - 1964

domingo, 20 de marzo de 2011

r.e.m. - collapse into now


Algo pasó en 1997 cuando Bill Berry abandonó la batería de R.E.M.; el cuarteto de Athens, Georgia se convertía en trío luego de 17 años de colaboración ininterrumpida. La perdida de un elemento integral de la banda se sintió con rapidez en la producción musical, que comenzó a revelar la incertidumbre de una banda que buscaba redefinirse, entender como seguir adelante más allá de la perdida. Aún cuando puntualmente algunos de los momentos musicales más perfectos de R.E.M. pueden encontrarse en los tres primeros discos sin Berry (Up, Reveal y Around The Sun), es justo decir que el resultado de ese tiempo es, cuando menos, desparejo.
Pero algo volvió a pasar más de diez años después, en el 2008. Quizás fruto de la intensidad de los recientes shows en vivo, quizás fruto del breve reencuentro con Berry para la presentación de la banda en el Rock and Roll Hall of Fame, o quizás alguien recordó para que servía esa perilla de volumen en el amplificador de Peter Buck…y con el 2008 llegó Accelerate. Aclamado inmediatamente por la crítica y los fans, con un sonido cargado de guitarras potentes, Accelerate parecía un regreso a los orígenes más punk/alternativos de la banda, y un grito al mundo “todavía podemos hacer rock…y hacerlo BIEN”.
Collapse Into Now parece el sucesor lógico de un disco como Accelerate, y un reencuentro de R.E.M. con el sonido que les brindó sus mayores alegrías: el sonido de los años 90. Lejos de ser un refrito de su trabajo previo, o un facilismo a la hora de complacer a las masas, Collapse Into Now es otra prueba de que R.E.M. puede seguir siendo la banda que (aparentemente) había dejado de ser en la primer mitad de la década del 2000. El sonido es ciertamente familiar, pero no por eso repetitivo, y es que R.E.M. es DUEÑA de ese estilo, creadora del mismo, y dentro de sus formas, el trío puede crear a su antojo, manteniéndose a la vez contenido, pero siempre fresco.
Viejos amigos de la banda se juntan a Stipe, Mills y Buck para regalarnos algunos momentos de excelsas colaboraciones. Así rotan por el album Patti Smith,  Peaches, Lenny Kaye y los cantos tribales de Eddie Vedder en “It Happened Today” (probablemente la mejor canción del disco, y lo digo independientemente de la colaboración de Vedder)
R.E.M. grita a lo largo de todo este disco: “esto fuimos, esto seguimos siendo, y nos encanta”…y a nosotros también

4.0/5.0


Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza

sábado, 19 de marzo de 2011

the king´s speech (el discurso del rey)


No es raro encontrar gente (me cuento entre ellos) a la que las películas sobre la realeza le resultan casi completamente indiferentes. El problema de base para muchos, es el de encontrar un vínculo afectivo con la historia, algo que nos ate a lo que estamos viendo durante un par de horas; en esencia, un “motivo” para seguir mirando. Pero es difícil, cuando la vida de los reyes suele ser tan alejada de la de nosotros, espectadores y simples mortales a la vez. Tom Hooper destruye por completo ese preconcepto con “The King´s Speech”, que retrata la lucha del Rey George VI (Colin Firth)  contra la tartamudez que le imposibilita por completo dirigirse a un público y su búsqueda de ayuda en el actor fracasado y casi fonoaudiólogo Lionel Logue (Geoffrey Rush). El drama Real se convierte aquí en un drama cotidiano, común, ajeno a los palacios y el protocolo: la imposibilidad de comunicarnos.
Hooper se atreve a llevar lejos el experimento de reformular el género de “film de realeza”, alejándolo del formato habitual del drama histórico (o más bien, encarándolo desde otro lugar), permitiendo al espectador empatizar con el George VI (“Bertie”), puesto que, aunque no todos podemos comprender el conflicto que conlleva equivocarnos en el orden de un juego de cucharitas de té, es más que posible, casi certero, que no exista en el planeta alguien que no se haya enfrentado a una situación, momento, persona, frente a la que las palabras no salen, se confunden, se equivocan…
La realeza es entonces la excusa del director para plantarnos frente a nuestra propia dificultad de expresarnos, y Colin Firth (brillante en el papel) es el encargado de acercarnos a la misma. Lo acompaña en el rol de “maestro” el genial Geoffrey Rush, que lejos de ser un complemento para Firth (¿por qué tenemos que aceptar que este papel sea de actor secundario?) es un personaje acabado y completo en sí mismo, tan protagonista como el monarca.
Hay una cualidad casi teatral en la puesta en escena de “The King´s Speech”, usada por Hooper con maestría para ubicar a Firth frente a dos públicos: el pueblo como rey, y nosotros, los espectadores, como actor. Al convertir de alguna manera su performance cinematográfica en una actuación casi de teatro, la cercanía es más que inevitable, favoreciendo la intención original del autor al proponer el conflicto de base de la película.
The King´s Speech” funciona entonces en dos niveles completamente interdependientes. Como drama real e histórico en gran parte, pero permitido solamente por la apuesta del director de acercarnos a ese drama desde nuestra propia realidad. Frente a las dificultades reales, al desafío que debemos superar, no existen títulos que nos difrencien. En ese sentido, la realeza se vuelve un tanto más humana, y en la superación, nosotros nos volvemos un tanto más Reales.

4.0/5.0

Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza

martes, 1 de marzo de 2011

true grit (temple de acero)


Los hermanos Joel y Ethan Coen (The Big Lebowski, Fargo) tienen más de veinticinco años trabajando en el cine. En todo ese tiempo quizás su logro más sorprendente es el de haber transitado por casi cada género existente dentro del abanico que ofrece la cultura popular americana, y mantenerse fieles a su impronta como cineastas, generando además, en el proceso, un estilo personal y único que nos permite reconocer una película “de los Coen”, independientemente del “rótulo” que podamos colgarle. Y no es que el “estilo Coen” simplemente se deje ver de alguna forma específica en  las películas de los hermanos, va más allá de una simple postura estilística frente a un género predeterminado: los Coen toman el género y lo transforman, lo redefinen de forma tal que en cada intento, las convenciones del mismo y las “convenciones” (si podemos llamarlas así) de los hermanos se unen en una especie de simbiosis inseparable, generando esa sensación que tenemos comúnmente al ver una película de este dúo, de estar frente a una pieza única e irreplicable. En este marco, parece curioso que los hermanos Coen hayan esperado tanto tiempo para incursionar en el western clásico (vale la aclaración, si tenemos en cuenta que No Country For Old Men es, en esencia, un western del siglo XXI), pero independientemente de sus motivos, lo cierto es que en el caso de True Grit, la espera tuvo recompensa.
Basado en la novela de Charles Portis, de la que ya existe la famosa adaptación de 1969 que le valiera su único Oscar al gran John Wayne, True Grit narra la historia de Mattie Ross (Hailee Steinfeld), una niña de catorce años y gran carácter, que contrata los servicios de Reuben “Rooster” Cogburn (Jeff Bridges), un sheriff tuerto, ebrio y considerablemente venido a menos, pero con “temple de acero”, para encontrar y poder ajusticiar a Ted Chaney (Josh Brolin), el asesino de su padre.
Todos los elementos tradicionales de un film de los Coen están presentes: los personajes excéntricos, el humor (por momentos muy medido, por momentos casi histriónico), el contraste entre ese humor y momentos de profunda oscuridad, así como los repentinos arranques de una violencia que se nos presenta de alguna forma incomprensible. Todos sus “artilugios” habituales puestos a disposición de las formas estilísticas y narrativa tradicionales del western. El trabajo de cámara, montaje y selección al más mínimo detalle de cada plano, sumados a la cuidada fotografía del maestro Roger Deakin, gran colaborador en la historia de los Coen permiten traer con frescura a este tiempo, un género del que el cine tristemente parece haberse desprendido en los últimos años.
Bridges entrega una actuación al nivel que nos tiene acostumbrados, pero quien brilla sin opacarse frente a un elenco de primer nivel, es la joven Steinfeld. Momentos como el inicial dialogo en el que se negocian los ponis, o su primer acercamiento a Cogburn nos llegan con una naturalidad poco vista en actrices tan jóvenes. Sencillamente roba cada escena en la que aparece, su actuación sola ya vale la película entera.
True Grit es un acierto más en la carrera de los Coen. Un ejercicio de estilo dentro del  western que la dupla aprueba con honores, y a la vez una oportunidad para plantearse la vigencia del mismo. Cuando Cogburn afirma sobre el final “ya estoy viejo”, lo afirma en realidad para todo el género del oeste, afirmación a la que los Coen responden con la escena que le sigue inmediatamente: el western, sus héroes y sus leyendas han cambiado, porque los tiempos han cambiado, pero lejos de morir, vale la pena revisitarlos una y otra vez

4.5/5.0

Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza