lunes, 18 de julio de 2011

the dark knight rises (primer teaser oficial)


Ahí lo tienen...¡y falta UN AÑO TODAVÍA!
dejo el link para que lo vean un poco más grande que acá
http://www.youtube.com/watch?v=apMXFloDH6M&feature=player_embedded

los invito a comentar sus impresiones abajo

Gonza

harry potter and the deathly hallows part 2 (harry potter y las reliquias de la muerte parte 2)


Pasaron diez años desde el estreno de Harry Potter and the Philosopher´s Stone (2001) en cines de todo el mundo. Pasaron catorce años desde la publicación del primer libro de la serie de siete volúmenes de J K Rowling. Cuatro directores. Los mejores actores del Reino Unido. 15.000 millones de dólares en ventas de libros. 6 billones de dólares de recaudación en taquillas (la franquicia más exitosa de la historia del cine, superando incluso a Star Wars o James Bond). Pasaron muchas cosas en diez años, y hoy esta historia se termina.
Hablar exclusivamente de Harry Potter and the Deathly Hallows pt.2 parece imposible en consecuencia de lo anterior, y si bien voy a hacer el esfuerzo por atenerme a la película, sepan disculpar si me voy un poco por las ramas, que a fin de cuentas, también es para mi un día muy emocional.
Culminar un viaje de diez años de forma decente no es tarea fácil para nadie, y hacerlo de forma tal que los millones de personas que están pendientes del mismo queden satisfechos es una responsabilidad enorme, a la que afortunadamente David Yates le pone el pecho. En su cuarto film para la franquicia (Yates tomó el mando con  Harry Potter and the Order of the Phoenix en el 2007 y se quedó hasta el final), el director demuestra que ha identificado sus virtudes y aprendido de sus errores para entregar una conclusión simplemente brillante a la saga del joven mago.
Harry (Daniel Radcliffe), Ron (Rupert Grint) y Hermione (Emma Watson) continúan buscando los horcruxes, objetos con fragmentos del alma de Lord Voldemort (Ralph Fiennes) que destruidos, le darán alguna chance al héroe de destruir definitivamente a Aquel Que No Debe Ser Nombrado. Yates comprende a la perfección el clima que necesita este cierre, que debe pasar de la agonía y pesadez de la búsqueda de la primera parte, a la urgencia y desesperación del final. Quedan atrás los paseos por los bosques y los encantamientos para esconderse de su antecesora; esta es la batalla final: frontal, violenta, gigante…épica. Lo que resulta fascinante es encontrar el lugar entre la espectacularidad de la guerra del mundo mágico, para la profundidad de los personajes. Allí donde grandes épicas han fallado, Yates acierta con creces. Si bien es cierto que no todas las épicas cinematográficas tienen la ventaja de tener siete películas previas, no es excusa suficiente (y prueba en gran medida de enormes fracasos) para no dedicarle el tiempo necesario a los protagonistas. En Deathly Hallows abundan los primeros planos que retrotraen al pasado televisivo del director, en favor de la construcción de un tono de cierre emocional e íntimo. Es aquí donde se luce la crema interpretativa del Reino Unido: la capacidad actoral del elenco juvenil ha crecido mucho en esta década (Radcliffe es el mejor ejemplo), pero son los “veteranos” en esta oportunidad quienes terminan encandilando en escena. Fiennes, Maggie Smith (la profesora McGonagall) y Helena Bonham Carter (Bellatrix Lestrange) entregan sus mejores actuaciones en la serie, mientras que Alan Rickman (Severus Snape) lleva a su personaje completamente a otro nivel, adueñándose de la que quizás sea una de las escenas de mayor carga emotiva de las ocho películas. Yates demuestra entonces que es capaz de combinar efectivamente acción con drama, y en ello, que es el director que esta película necesitaba. Si Harry Potter and the Deathly Hallows part II es para los fans una culminación perfecta a la serie, para Yates es la confirmación de su capacidad directiva: ha logrado sacar lo mejor de sus actores, ha demostrado que puede crear el tono perfecto de una película que debe ser a la vez tensa, cómica, emotiva y electrizante, ha demostrado que puede ser, además un soberbio técnico a la hora de dirigir, fotografiar, editar, y en definitiva, ha demostrado que era posible entregar una película perfecta a los fans de Harry Potter para culminar este viaje.
Iniciaba esta reseña diciendo que realizar esta película no era un tarea fácil, principalmente si consideramos la cantidad de ojos que estarían pendientes de la misma. No faltaran sin duda detractores (lo más triste es que seguramente sean grandes fanáticos del joven mago) notando detalles mínimos o ausencias en el pasaje del texto al celuloide. Siento pena por ellos…Harry Potter and the Deathly Hallows part 2 es un final fílmico completamente a la altura del final literario de la serie, y tomándome el atrevimiento de hablar por todos aquellos que hicimos el viaje completo en estos diez años, puedo decir que estamos más que satisfechos. Le tomó al cine diez años contar la historia de Harry, y dentro de diez años más seguirá vigente como el clásico en que está destinado a convertirse. Como la buena literatura o la música, por suerte, en el cine un viaje que termina puede ser de todas formas eterno… podemos volver a hacerlo una y otra vez

5.0/5.0

Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza

miércoles, 6 de julio de 2011

scream 4


En 1996, el director Wes Craven (The Hills Have Eyes, A Nightmare on Elm Street), leyenda del cine de terror de los 80, revolucionaría por completo el género, con una película de bajísimo presupuesto. Un slasher de apariencia tradicional que cambiaría para siempre las reglas del juego (chiste intencional), dotando al cine de terror finalmente de la autoconciencia que nunca supo (o quiso) tener.  Scream (1996) se convirtió en un éxito instantáneo en las taquillas y para los críticos. Tanto Craven como el guionista Kevin Williamson parecían haber encontrado la receta perfecta para devolverle credibilidad a este género atestado de historias repetitivas, sin sentido e infinidad de secuelas mediocres: la clave era proporcionarle a los personajes de esta ficción todos los elementos necesarios para sobrellevar las maquinaciones del asesino de turno. Los personajes serían fanáticos del cine de terror, y el psycho killer los iría eliminando de acuerdo a su conocimiento de la materia en cuestión. Esta idea brillante permitió poner en evidencia todos los clichés del género (serían aquí las reglas a seguir para sobrevivir el juego de Ghostface), replantearlos, hacer humor con ellos, y aún así, funcionar como película completamente inmersa dentro de los mismos, sin dejar de funcionar a la vez como buen cine de terror (me atrevo a decir que la secuencia inicial de Scream es una de las más inquietantes y cautivantes en la historia del cine de terror).
Dos secuelas y quince años después llega, de la mano de los creadores de la original, Scream 4; un intento de relanzar la franquicia a un público joven  manteniendo simultáneamente las características del original del 96, al que hace referencia constantemente. Sidney Prescott (Neve Campbell) regresa al pueblo de Woodsboro a promover un libro de autoayuda en el aniversario de los asesinatos de la primer película, y con ella regresa también Ghostface a aterrorizar a los jóvenes de la comunidad para llegar a su víctima predilecta. La historia es nula y similar al planteo de cualquiera de las secuelas que la serie Scream se ha encargado de destruir. Lo que importa más para Williamson y Craven en Scream 4 es la capacidad de ser absolutamente autorreferente de la película, llevando este concepto hasta el extremo, como se deja claro en la secuencia inicial. Desafortunadamente se pierden tantas energías en ese propósito, que el terror tradicional de la saga nunca llega, aún cuando las tres películas anteriores no fueran de un grado elevado de horror, la autoconciencia aparecía disfrazada más sutilmente como una broma  a descifrar (y es que ciertamente hay humor en la saga de Scream) Con Scream 4 la historia deja de ser un medio (como lo fue anteriormente) para transmitir el mensaje, que ahora se nos expresa de forma tan explicita que deja de ser necesario descifrarlo. Craven expone su visión al respecto del devenir del cine de terror en un conglomerado de reboots, remakes, y la sustitución del miedo por la repulsión con la llegada del gore (o “torture porn shit” según Williamson en el guión), a la vez que reflexiona sobre el avance e influencia de la tecnología y las redes sociales en los patrones de conducta adolescentes. En 1996, un agente de policía le preguntaba a Billy Loomis qué hacía en la calle con un teléfono celular. Hoy, la cotidianeidad de nuestra hiper comunicación y absoluta accesibilidad, hacen que parezcamos estar buscando o invitando a un psicópata con un cuchillo a conocer nuestros hogares, puntos débiles, etc. Algunas ideas muy interesantes emergen de esta visión de Craven, sobre todo hacia el final de la película, cuando la identidad de Ghostface ya fue revelada, pero se quedan en simples sugerencias al derrotar al asesino de turno.
Scream 4 es, aún así, una gran mejoría con respecto a su antecesora, y aunque no se aproxima ni a los talones de la original, resulta una película tremendamente entretenida y con capacidad de arrojar aunque sea de forma tosca algunos elementos para reflexionar.

2.5/5.0
Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza