martes, 10 de abril de 2012

9 razones por las que FRINGE debe seguir en el aire


Cuando se estrenó en el año 2008, Fringe fue inmediatamente catalogada como una copia de The X-Files: "los archivos X del siglo XXI" y todo tipo de comparaciones similares. Ciertamente Fringe es una serie que recibe influencia del show de culto más importante de los 90, una influencia que de hecho jamás se interesó en negar. Muy por el contrario, Fringe abraza la herencia de la serie de Chris Carter, y la ha hecho explícita incluso en la propia pantalla. Pero en algún momento rondando la mitad de esa primer temporada, algo pasó que inició uno de los recorridos más interesantes de la televisión en los últimos tiempos. Una serie de opciones (diría Walter Bishop) que comenzaron a trazar un camino único, alejado de las posibles comparaciones y, en opinión de quien escribe, brillante.

Lo cierto es que además de los eventos paranormales con los que tratan día a día, la División Fringe lucha desde hace tiempo ya con los malvados ratings. Varios factores hacen a las escasas audiencias de Fringe: es lógico y comprensible que este no sea un show para todos los públicos: es sci-fi, es paranormal, es en ocasiones terrorífico, dejando así afuera a un grupo importante de televidentes, pero garantizando como contrapartida, una audiencia fiel a la serie. Sin embargo son los factores externos al contenido del show los que parecen conspirar más profundamente en su contra. A mitad de su tercer temporada, en un intento de reorganizar la programación para favorecer a su estrella American Idol, la FOX le asignó a Fringe el espacio de los viernes por la noche, conocido como el "horario de la muerte" entre las series. Los sistemas de medidas de ratings en USA no consideran además que el show no sea visto en su horario de emisión directa en las pantallas, dejando por fuera de los números a aproximadamente la mitad de la audiencia total que graba y consumen la serie en otro horario.

Si hoy estamos disfrutando de una excelente cuarta temporada, es gracias a los esfuerzos de la fiel base de seguidores que la serie mantiene desde su inicio ("los mejores fans que jamás existieron" señala John Noble en referencia a haber salvado la serie). Cuando el pronóstico era siniestro al finalizar la tercer temporada, una movilización masiva se inició online, con participación incluso de varias celebridades seguidoras de la serie, para garantizar su continuidad. En su momento me sumé a cuanta petición apareciera con ese proposito, pero hoy, con un pronóstico similar frente a la renovación de la serie para su quinta temporada, me siento en la obligación de un poquito más, así que aquí está mi granito de arena. Si ayuda a que algún lector de este blog desarrolle la curiosidad por esta maravilla de serie, me sentiré feliz. Estas son algunas de las razones por las que entiendo que Fringe DEBE ser renovado para una quinta temporada:

1. La mitología
Luego de los primeros capítulos de su temporada debut, Fringe comenzó a crear uno de los arcos mitológicos más fascinantes y sólidos de la historia de la televisión. Desde las primeras pistas que señalaban la posible existencia de un universo paralelo y una inminente guerra con el nuestro en los inicios de la serie hasta el día de hoy, todo el mundo de Fringe (o LOS mundos de Fringe) gira sobre una base fuerte: la coherencia. Cada aspecto de la mitología desde su comienzo es parte de un plan coherente que se mantiene fiel a sí mismo desde la primer temporada: el ZFT, David Robert Jones, los experimentos de Walter y William Bell, el cortexifán, los mundos paralelos, los observadores, los cambiaformas,  la Primera Gente, Massive Dynamic, la historia de Peter Bishop...Toda una complejísima red elaborada a lo largo de cuatro años que sin embargo no tiene puntos débiles. Cada elemento cumple su rol y potencia al resto sin contradecirse jamás.

2. La inteligencia
La complejidad a la que hace referencia el punto anterior podría ser tratada de muchas formas más sencillas gracias a la cantidad de elementos a los que se aferra, pero Fringe no opta por el camino fácil: es un show inteligente, probablemente el más inteligente de su tiempo, y como tal exige a sus espectadores. Es imposible mirar Fringe de pasada, demanda involucrarse, razonar, teorizar, estar pendiente de lo que ocurre y lo que ocurrió para seguirle el tranco. Quizás una de sus mejores cualidades a la vez que uno de sus peores enemigos, en un tiempo en el que American Idol o Bailando por un sueño son los programas más vistos a nivel mundial.

3. Los personajes
Uno de los puntos más fuertes de Fringe es la cuidada construcción de sus personajes a lo largo de cuatro años. El tiempo invertido en construir sus dinámicas y relaciones en forma creíble se transforma en un incuestionable cariño del espectador por el trío principal y varios de los secundarios. Su absoluta humanidad es la que nos permite atravesar las situaciones más inverosímiles que la serie pueda presentarnos sin dudar de ellas ni por un segundo

4. Las actuaciones
Sostener la gran complejidad de una serie como esta y mantener la credibilidad de sus personajes se logra en parte con un gran elenco, y en eso Fringe dio en el clavo. A la más vistosa y sublime actuación del gran John Noble interpretando a Walter Bishop hay que sumarle la excelente labor de Anna Torv (Olivia Dunham en la serie). Torv ha interpretado ya tres versiones de Olivia en los distintos mundos, más algunos otros papeles en la serie, y su versatilidad no tiene paralelo. No existe rastro alguno de las otras versiones de la agente del FBI cada vez que Torv se introduce específicamente en una de ellas, al punto en que podemos pensar qué poco vimos de la actriz en un episodio para darnos cuenta enseguida que estuvo presente durante toda la hora, pero en alguna de sus encarnaciones menos habituales. Joshua Jackson ha crecido enormemente como actor desde sus tiempos en Dawson´s Creek, y es hoy la pieza clave en el centro neuralgico de Fringe, la "constante" en terminos lostianos. Su sólida actuación desde el inicio le da vida a la persona donde convergen todos los universos, y eso no es poco. 

5. La interacción
Además de la simple acción de ver cada capitulo, Fringe es una experiencia interactiva. Todos y cada uno de los episodios van acompañados de una palabra en código que hay que descifrar usando un elaborado alfabeto criptográfico. Los "observadores", como si de Alfred Hitchcock se tratase, aparecen ocultos en algún momento de cada emisión, así como una pista escondida que revela algún elemento del próximo capitulo a emitirse. Ver Fringe es entonces, además, jugar con Fringe

6. El balance
Una de las tareas más difíciles y en donde fallan muchas series de este estilo, es la de mantener un equilibrio adecuado entre la cantidad de episodios "one-shot" (independientes) y los que forman parte del gran arco mitológico de la serie. Fringe sale muy bien parado en este aspecto. Con una gran cantidad de one-shots por temporada (las temporadas suelen ser largas, de más de 20 episodios), Fringe se las ha ingeniado siempre para introducir en ellos elementos que hacen a la trama mayor, de forma tal que ningún capitulo es 100% independiente de la mitología, pero no por eso inaccesible para quien no está familiarizado con el show.

7. La humanidad
Aún entre universos paralelos, líneas temporales diversas, mutantes genéticos y experimentos científicos, Fringe es, en su esencia más pura, una serie fundamentalmente humana. Es la historia de un padre y un hijo reencontrándose y reconstruyendo su vínculo, y es también una historia de amor de un hombre destinado a amar a una mujer única y exclusivamente, por más que de ella existan diferentes versiones

8.Walter Bishop
Si bien es un personaje, y correspondería incorporarlo al punto 3., Walter Bishop merece un lugar especial como uno de los mejores personajes de la historia televisiva. Absolutamente polivalente, Bishop puede hacernos sonreir en la más grande de las ternuras para llevarnos luego a la tensión extrema en cuestión de segundos. Numerosos científicos genios nos ha brindado la TV con el tiempo, pero es en el alejamiento máximo de la convención y del cliché que Bishop resalta como una figura distinta: la del genio más vulnerable que existe

9. Gene
Si todo lo anterior no alcanzara, Fringe tiene como miembro recurrente de su cast a Gene: una vaca...sí: UNA VACA

Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza

2 comentarios:

  1. Anda a cagar!! aguante Alcataraz! porque no ponés las razones para que siga? Acaso te paga Roberto Fringe? Pensé que eras un perdiodista independiente...
    Tu admirador secreto

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  2. Callate Pablo, andá a ver telenovelas brasileras y dejá estas cosas para la gente que entiende... No te quiero ver viendo un sólo capítulo dps, como ya pasó con Breaking Bad.

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