miércoles, 13 de junio de 2012

snow white and the huntsman (blanca nieves y el cazador)


Todos conocemos aunque sea por ósmosis la historia de Blanca Nieves y sus elementos centrales: Blanca Nieves, su malvada madrastra, el espejo mágico, el bosque encantado, el cazador, los enanos, la manzana... ¿Qué ocurre entonces cuando a todos esos puntos característicos del cuento de hadas los trasladamos al terreno de la acción épica? La respuesta es: un gran problema.

Snow White and the Huntsman (Rupert Sanders) parte de la historia tradicional. El rey y la reina tienen una hermosa hija de piel muy blanca y labios rojos como la sangre, a la que llaman Blanca Nieves (Kristen Stewart). Tiempo después de la muerte de la reina, el rey rescata a un mujer, Ravenna (Charlize Theron) de sus supuestos secuestradores y la toma por esposa, acto que la mujer agradece asesinándolo en la cama en su noche de bodas. Ravenna toma entonces el control del reino y encierra a Blanca Nieves en una alta torre durante años, en los que la nueva reina se dedica a destruir sus dominios y consumir la juventud de sus mujeres, en un afán de mantenerse siempre la más bella (con espejo incluído). Al igual que en la historia tradicional, todo cambia cuando Blanca Nieves alcanza la edad adecuada y se convierte en la más bella del reino, motivo por el que la reina decide asesinarla, a sabiendas de que comerse su corazón la convertirá en inmortal (¿?). Blanca Nieves escapa de la torre en lo que solo puede ser descrito como un homenaje medieval a The Shawshank Redemption (Frank Darabont, 1995) y se interna en el bosque (no es el único film del que parece tomar prestado material). Carente de poderes mágicos en ese lugar, la reina decide enviar a una hueste de asesinos guiados por un cazador (Chris Hemsworth) que conoce el bosque encantado. Cuando finalmente la encuentra, el cazador duda en matarla, y escapa con ella de los enviados de la reina, para llevarla junto a los rebeldes que quieren recuperar el reino del antíguo rey.

El problema fundamental de Snow White and the Huntsman está en el accidentado guión de Evan Daugherty. No existen en el film tiempos para desarrollar los elementos que podrían hacerlo más interesante, ni para generar respuestas verosímiles de los personajes frente a lo que ocurre. Y no se trata aquí de falta de tiempo, ya que hay varios minutos que le sobran a las dos horas y siete minutos totales, sino de intenciones poco claras en cuanto a lo que se presenta. Sistemas de imágenes y de objetos se presentan para ser luego abandonados sin explicación a lo largo de la película, así como ideas que se presentaban como centrales, como la suerte de lazo místico que une a Blanca Nieves con Ravenna; mientras tanto, se consumen minutos intentando "humanizar" a Ravenna con flashbacks de sus orígenes, sin tener en cuenta que el personaje necesita ser 100% maligno, sin ningún tipo de ambiguedad (aunque siendo francos, los flashbacks tampoco lo logran). Los giros dramáticos de los personajes se vuelven intrascendentes al apurarse el film en hacer avanzar la acción: en un momento, el cazador decide dejar a Blanca Nieves, solo para regresar treinta segundos más tarde. La relación entre Blanca Nieves y el cazador cambia de tono constantemente y sin argumentos  que sustenten el cambio, y se pierde la oportunidad en el apuro, de desarrollar momentos que resultaban a primera vista más interesantes, como las "técnicas de supervivencia" que el cazador comparte con la princesa. El lugar de la épica parece forzado en un film que podría haberse beneficiado mucho más de ser un "cuento de hadas", y llegamos así a un clímax despojado de toda mística y transformado en una escena de batalla épica sin demasiado interés, liderada por la joven Blanca Nieves que aparentemente luego de toda su vida encerrada en una torre, tiene la capacidad suficiente para liderar un ejercito a la par de William Wallace.

Las actuaciones son desparejas, y quien sale mejor parado es ciertamente Hemsworth interpretando al cazador, el único personaje que, aún con una historia que da saltos inexplicables, genera algún tipo de simpatía. Theron sobre actúa prácticamente cada escena gritando sin sentido, y el humor en internet sobre Stewart es completamente verificable en este film si nunca vimos ninguna entrega de la saga Twilight: esa chica está físicamente incapacitada para sonreir. El punto que se salva de Snow White and the Huntsman es la intención estética y paisajística de Sanders, en colaboración con un director de fotografía muy competente: el retrato de las locaciones en Gales toma buena influencia del Jackson de Lord of the Rings, y se combina con lo grotesco generando interesantes contraste visuales.

1.5/5.0

Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza

No hay comentarios:

Publicar un comentario