viernes, 29 de junio de 2012

gone (12 horas)


Heitor Dhalia, director brasilero de À Deriva (2009) debuta en Hollywood con Gone que en inglés significa, como todos sabemos, 12 horas.

Jill Conway (Amanda Seyfried) no escapa de los fantasmas que aún la persiguen un año después de su secuestro. Trabaja en un cafetería de turno nocturno, toma medicación, pierde los estribos en sus clases de defensa personal y recorre obsesivamente cada tramo de un gigantesco parque en Portland buscando el pozo donde su secuestrador la tuviera cautiva, luego de que las autoridades locales dejaran de hacerlo al creerla demente. Al llegar una madrugada del trabajo, descubre que su hermana ha desaparecido y se convence de que fue secuestrada por la misma persona que la secuestró a ella. Ignorada por la policía, que considera que todo (el pasado y el presente) es fruto de su delirio, Jill se ve forzada a emprender ella misma la búsqueda si es que quiere recuperar a su hermana con vida.

Es difícil llevar la cuenta de la cantidad de thrillers que se ruedan por año, principalmente porque es un género para el que parece haber infinidad de propuestas. La única contrapartida es que, siguiendo la noción general, cantidad y calidad no van de la mano. Gone tristemente cae dentro de esa gigantesca bolsa de films que no se esmeran y juegan el juego con las reglas de siempre, gastadas, conocidas y ya francamente aburridas. La base del suspense intenta sostenerse en el juego de hacernos dudar de la cordura de Jill durante la duración completa de la película: ¿fue realmente secuestrada su hermana, o es todo esto una alucinación de una mente inestable? Pero sin atreverse a demasiado, posiblemente en la primer media hora de película ya tengamos la respuesta en nuestra mente(y créanme, le acertaron).

La principal falla de Gone está en su guión, cargado al extremo de "red herrings" (pistas irrelevantes) y en la acera opuesta, de revelaciones totalmente incidentales que se convierten en verdades (Jill encuentra una cinta pato igual a la que utilizaba su secuestrador y se transforma en una pista incuestionable... Jill, yo tengo una cinta pato igual a esa y a todas las cintas pato del universo y juro que no secuestré a tu hermana), así como personajes que no aportan nada a la intriga. El acto final de resolución es francamente pobre y carente de inspiración, con un final que pretende ser abierto, pero que es en definitiva sin sentido.

Lo más triste de este film es que Amanda Seyfried demuestra nuevamente que tiene madera de buena actriz, pero no logra dar en el clavo con ofertas que le permitan demostrar su valía. Peleando contra líneas como "dormiré cuando esté muerto", Seyfried realmente pone todo de sí y hasta nos convence de que tenemos algo de afecto por Jill en medio de todo el sinsentido. Es el único aspecto rescatable de esta película, y nos hace desear que esta chica finalmente tenga su oportunidad.

1.5/5.0

Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza


2 comentarios:

  1. El mejor papel de su carrera es Karen Smith en Mean Girls y que alguien se atreva a desmentirlo

    ResponderEliminar