¿Cómo siguen las series? El pasado setiembre compartía con ustedes mis expectativas
para la temporada de series 2011-2012. Como si de la temporada de pases futbolísticos
se tratase, junio-agosto es la época en la que se especula cómo se posicionarán
los productos fuertes de las televisoras abiertas y el cable, mientras que los
nuevos jugadores buscan su lugar mediante la promoción masiva.
Luego de la primera
mitad de la temporada, la pausa de año nuevo y el re-enganche, aquí va una
puesta a punto de mis series predilectas. Sin spoilers
How I Met Your Mother: después de tres primeros episodios de gran
solidez, la serie ingresó en una especie de meseta de la que le costó mucho
salir. La aparente falta de ideas y una suerte de revelaciones impactantes que
parecían salir de la nada marcaron una primer mitad de temporada relativamente
chata. De un mes a esta parte, HIMYM se reconectó con aquello que la hace la
mejor de su época: sus personajes. La historia del Ted (Josh Radnor) volvió a resultar
interesante y las dinámicas del grupo retomaron el “feeling” que hacía que los quisiéramos
tanto. Queda temporada por delante aún y es pronto para decirlo, pero hay
confianza en el equipo después de una espectacular remontada
Person of Interest: la nueva promesa de la temporada, con una premisa
que resultaba fascinante relegó demasiado el arco mitológico más grande a favor
de un exceso de “one shots” (capítulos independientes) y entró, a ojos de quien
escribe, en un estado pseudo-catatónico. La abandoné hace aproximadamente cinco
capítulos, aunque la información online sobre el último trecho de la temporada
despertó de vuelta mi interés. Posiblemente, y por el cariño que le tengo a
algunos de los responsables de la misma, le dé una nueva y última oportunidad
antes de desconectarla definitivamente.
The Big Bang Theory: Mi resolución había sido la de ver como se
resolvía el cliffhanger planteado al final de la cuarta temporada y de ahí en
más continuar o no. Decepcionante resolución=adiós TBBT. Una verdadera pena
Fringe: la mejor serie en pantalla en este momento. El nivel de escritura y las
actuaciones del trío protagonista están en la cima de la montaña. Tristemente
los ratings siguen sin acompañarla gracias a su ubicación en el “horario de la
muerte” de los viernes de noche. Ruego, RUEGO que un milagro la salve. Pocas
veces un producto televisivo ha regalado tanta consistencia durante cuatro
años.
The Walking Dead: la cantidad de conflictos fuera de la pantalla
entre la cadena AMC y los productores de la serie condujeron a un desenlace
previsible: la despedida de Frank Darabont (The Shawshank Redemption, The Green Mile), productor y desarrollador de la
serie; y una segunda temporada en la que NADA practicamente ocurre. Hemos visto
zombies en la serie que se arrastran con más dignidad que los primeros siete
episodios de la segunda temporada. Un leve ascenso en las últimas dos semanas
me hicieron recuperar un poco la fe en la que había sido una de las mejores
series de la temporada pasada, pero el episodio de ayer, domingo 4 de marzo
volvió a ponerla en duda. Queden tres capítulos
para convencerme de que sigue valiendo la pena
Alcatraz: jugador nuevo de mitad de temporada. Producida
por el gran J.J. Abrams y creada por algunas de las mejores cabecitas que
trabajaron en LOST, el producto es un claro heredero de esa serie en la forma
en que presenta su historia, y aunque de momento no le llega ni cerca a la otra
isla misteriosa, ha demostrado en ocho capítulos ser un producto por demás
entretenido que permite volver a aquel semana a semana elaborando teorías para
responder a la pregunta: ¿qué está pasando acá?
Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza
No hay comentarios:
Publicar un comentario