domingo, 26 de febrero de 2012

oscars 2012: war horse (caballo de guerra)


Steven Spielberg (Schindler´s List, Saving Private Ryan) ya contribuyó de forma más que valiosa a la filmografía sobre la Segunda Guerra Mundial. Con War Horse, el director debuta en el terreno de la Primera Guerra y haciendo honor a su reputación, lo hace combinando a la perfección todos los ingredientes de los que dispone

War Horse es la historia de Albert Narracott (Jeremy Irvine) y su caballo Joey, a quien el joven ha entrenado para ayudar en las tareas de la granja de sus padres. Iniciada la guerra y para afrontar sus dificultades económicas, el padre de Albert (Peter Mullan) vende a Joey al ejercito, dando inicio al viaje que los reencontrará (o no) en el marco del conflicto.

Spielberg realiza una fuerte apuesta dándole absoluta centralidad al personaje del caballo, el definitivo protagonista del film. Sin tratarse de una de esas películas en que al animal se le confiere algún tipo de cualidad o habilidad más propias de un ser humano, el tratamiento fílmico es tal que no deja dudas al respecto del "alma" del caballo (puesto que "humanidad" no sería la palabra adecuada). Así es que el director dedica a Joey los mismos primeros planos, movimientos de cámara y cuidados que dedicaría a cualquiera de sus protagonistas humanos. 

De esta manera Spielberg se permite una lectura fantástica de este conflicto bélico, puesto que permite definir los "bandos" en tanto su relación con Joey y no desde una óptica "territorial". Frente a la nobleza y pureza del animal, el "bien y el mal" solo pueden asociarse a personas y acciones concretas y no a intenciones políticas de un país u otro, pero yendo mucho más allá que un simple posicionamiento en cuanto a la violencia animal: Spielberg habla de la condición humana en el horror de la guerra. No interesa ya ser inglés, francés o alemán, sino quien es cada uno por dentro. En la escena quizás más "irreal" del film, un soldado inglés y un soldado alemán trabajan en conjunto para liberar a Joey de unos alambrados, antes de volver cada uno a su trinchera. ¿Es poco probable que una cosa así sucediera en el campo de batalla? Probablemente, pero para Spielberg resulta mucho más importante dejar en evidencia su lectura esperanzadora de la humanidad frente a uno de sus momentos más oscuros, porque ese es Steven Spielberg, el eterno esperanzador del cine, y consigue de esa forma convertir un encuentro imposible en un momento hermoso en la pantalla. 

War Horse es por último, un film "fuera de su tiempo", que recuerda necesariamente a las viejas épicas de la campiña norteamericana que el cine nos regalara en abundancia varias décadas atrás. Esa sensación es en gran medida transmitida por la elección de Spielberg de usar solo cuando es absolutamente necesaria la computadora, volviendo luego de un tiempo a su estilo de rodaje más rústico (soy de los que cree que no existe otra persona que pueda rodar escenas de batalla al nivel de Spielberg). Pero también apoyándose en sus eternos colaboradores: la fotografía del gran Janusz Kaminski es sublime, combinando las texturas marcadas con algo que solo podría equipararse al viejo Technicolor, y la música original de la leyenda viviente, John Williams, hacen de este film una hermosa reconstrucción de época y una historia de ternura ideal para ser contada por Steven Spielberg.

4.0/5.0

Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza


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