Antes de comenzar a escribir siento la obligación de aclarar
que llego a happythankyoumoreplease vía How
I met your mother, sitcom por la que profeso amor incondicional como
cualquier lector de este blog debe saber; y que es muy probable que de no ser
por HIMYM no hubiese siquiera
escuchado de este film, en el que debuta como escritor y director el también actor
Josh Radnor, Ted Mosby en la serie mencionada. De hecho, es posible que mi amor
por la serie pueda nublar de alguna forma mi percepción de esta obra, sobre
todo en aquellos puntos en que ambas propuestas parecen encontrarse.
Sam Wexler (Radnor) es un escritor neoyorquino de escaso éxito,
intentando conseguir una editorial que publique su nueva novela y viviendo como
se vive a los treinta en New York, hasta
encontrarse en el metro con un niño (Michael Algieri) que escapa de su hogar
sustituto y con el que comienza a entablar una suerte de amistad mientras que
inicia una relación romántica con Mississippi (Kate Mara). La historia de Sam se
narra en paralelo a otras dos, protagonizadas por amigos del protagonista: Annie
(Malin Akerman), una mujer con alopecia (es completamente calva) que busca al
hombre correcto, y Mary Catherine y Charlie (Zoe Kazan y Pablo Schreiber), una
joven pareja debatiéndose entre la vida en New York o mudarse a Los Angeles, cuya química en escena deja deseos de que la película fuese un poco más larga (apenas 1 hora y media) para ver más del dúo.
Radnor no toma grandes riesgos en lo que refiere a su
personaje, que bien podría ser una versión más dramática de su televisivo Ted
Mosby, pero si muestra gran sensibilidad a la hora de escribir a sus
protagonistas. Hay mucha inteligencia detrás de cada línea en happythankyoumoreplease, necesaria para
una película que carece de movimientos “físicos” para hacer avanzar la historia.
Aún así, Radnor usa el dialogo de la forma más minimalista que encuentra y
coloca en boca de sus personajes las palabras justas para desarrollarlos de
forma creíble, no hay palabras de más en las relaciones de este grupo de gente,
sólo las necesarias para el entendimiento de lo que ocurre por parte del público,
y más importante aún, de los propios personajes. Únicamente algunas líneas de
Akerman parecen hacer demasiado explícita la “moral” del film, pero Radnor se
ha ocupado previamente de hacer corresponder ese tipo de discurso con el
personaje de Annie, de modo que no resulte tan forzado como podría.
Hay cuidada preocupación en happythankyoumoreplease en resaltar todos aquellos aspectos que
parecen alejar el film del mainstream más habitual: Radnor hace hincapié en el
uso de la música (Indie fundamentalmente), su elección de fotografía y trabajo
de cámara para dejar constancia de que se trata de un film independiente. Y si
bien podría considerarse una especie de “capricho estético”, funciona en la
medida en que permite separar con el lenguaje fílmico lo que no se separa con
el guión.
Lo que quizás sea el punto más valioso de happythankyoumoreplease es la forma en
que presentea la realidad de una franja etárea y social en la ciudad más
importante del mundo, sus preocupaciones, fracasos, rutinas y relaciones.
Existen ciertamente algunos puntos flacos en el guión y ejecución del director,
pero lo que resulta incuestionable es el aura de honestidad que impregna este
film. Hay algo que el Radnor quiere contar y lo hace exponiéndose de la forma más
real que logra. Al menos a mi me deja con interés en Liberal Arts, su próximo film a estrenarse este año
3.5/5.0
Gracias por leer, son un público maravilloso
Gonza